miércoles, 20 de agosto de 2008

La ciudad es tan grande, uno podría perderse en cada lugar donde quisiera ir, pero cuando uno esta tan herido por dentro salir es una de las mejores razones para poder sentirte mejor, ver esa gente feliz paseando, parejas en las plazas, familias comiendo, amigas en negocios esas cosas te hacen pensar que no todo esta perdido y que todavía tenes muchas más cosas por las cuales vivir. Uno iba caminando solo pensando en esas cosas que te hacen mal, reflexionar y caminar tomar aire y poder tener las ideas claras ahí lo vi también parecía mal, su mirada no era la misma parecía triste como de una desilusión de amor y fue así como lo vi en un instante todo me movió desde ahí no fui la misma que era y tenia un motivo para sonreír sabiendo que lo encontraría ahí

- ¿Y qué tiene de especial ese chico? - No tiene nada de especial. Es especial. - No te entiendo. - Si lo conocieras me entenderías. No lo sé, es diferente. Es especial y punto. - ¿Está bueno? -No es eso. Es… Es otra cosa, ¿entendes? Es algo más fuerte, que me controla, que no me deja pensar en nada más. - ¿Y él? - Cuando hablamos tengo la sensación que también quiere lo mismo pero, a veces, de la nada, dice algo que me hace pensar lo contrario. - ¿Y qué pasó ayer? - Le dije. Le dije todo. - ¿Y? -Me dijo que nos habíamos conocido en el momento equivocado de nuestras vidas. Que a lo mejor estábamos hechos uno para el otro pero que ahora no era el momento. Que a veces hay cosas que, por más que parezca que tienen que pasar, no pasan. Y el mundo no se acaba.