lunes, 18 de agosto de 2008
De mis fracasos, seguís siendo el mejor, por el que más me inspiro y puedo llegar a perder la cabeza. No entiendo como un ser humano puede llegar a tal punto de dar la vida por otra persona amándola como si fuera la ultima persona en el mundo, la vida sigue hey miles de personas más que esa persona una etapa de tu vida quemada, pasada de moda vos la seguís viviendo y no te importa nada seguís embobada como aquella tarde, seguís siendo la misma nena que una tarde de verano aquel hombre te conquisto y con un par de frases coquetas y muchas miradas te invito a pasar un hermoso momento, estaba feliz su carita lo decía, pasaban los días y ella con la misma sonrisa nunca se iba a cansar, sus ojos brillaban cuando hablaba de él, su boca no paraba de susurrar su nombre minuto a minuto y las hojas incontables escritas con el nombre de ella y él... Los días pasaron las cosas se complicaron ellos iban creciendo de golpe como acelerados ella por momentos no sabia a quien tenia al lado, había cambiado no era aquel chico que esa tarde de verano la había invitado a salir, era alguien extraño, alguien que la hacia sufrir y no era lo que buscaba pero lo amaba y para ella eso contaba mas que mil llantos, y cien tristezas. Siempre fue su amor, siempre lo anhelo lo tubo consigo, hasta que se dio cuenta que no era suyo sino era alguien compartido, las mentiras tapaban aquella vedad que ella tanto deseaba saber, los pretextos inundabas las conversaciones, los besos ya no se daban con la misma pasión, era lo mismo dormir juntos o separados, no sabia quien era exactamente se convirtió en intento de persona. Sus vidas cambiaron se separaron, cada uno siguió su camino, los días pasaban y aquella sonrisa que tenia fue desvaneciéndose en realidad de un día para el otro no sabría explicar el sentimiento; Quizás verlo desde otro momento podría ser mejor que AHORA y capaz aquella nena podría volver a sonreír.